Ficción VI: Epitacio IV: El fenómeno de la Mutación

 En el trascurso de mi vida(s) me he dado cuenta del fenómeno del cambio y el caos que la vida (ó muerte) representa en nuestra existencia, finita o eterna, esta se ve envuelta en la novedad del avance, social, tecnológico y por que no ir mas allá y decir UNIVERSAL. Si amigo, universal, yo me he encontrado como un anacrónico en mi época, para solo darme cuenta que al considerarme de tal manera niego tal afirmación.


Aun me sorprendo de la vida después de tantas y aun las ganas de vivir siguen, vencen la fatiga que esta me da, y cada una de estas vidas las vivo con aun con mas energía que la anterior. Sorprendente. Vencer al ego, caer en el, nacer y el dolor de los primeros dientes. Crecer, engendrar hijos, criarlos, verlos crecer, morir.

Ser un héroe que hace historia, ser un granjero en un feudo, ser el señor feudal con el látigo, ser un ignoto.

Cada una de estas historias tiene un elemento en común que las hace no solo diferentes, si no únicas, el fenómeno de la transformación. El universo avanza, el tiempo y espacio, y vos con él; es inevitable, una barrera que ni siquiera la inmutable Ciudad Gris puede vencer, un dogma anti dogma cósmico, donde hasta los inmortales mueren para que nazcan otros seres imperecederos. Tan únicos y diminutos, tan contradictorio como mi propia existencia, la perfección en la imperfección, lo estático en movimiento y lo eterno finito.

Ante mis ojos se abren miles de posibilidades, que convergen en un sin fin de historias que contar. Algo tan inmenso que dejaría loco al mismísimo demiurgo y toda su corte de la creación. Ningún dios vivo o muerto jamas a presenciado este fenómeno y en mi soberbia de haber visto la gran maquina que es esta paradoja gigante que forma este enorme ser que yo llamo Universo.

No renegare de mi fatiga, ¡no más!, por que aun no he empezado a recorrer el estático infinito que se cierne ante mi, tal visión es abrumadora; me da miedo, temo perderme en este caos, pero su atracción es mas fuerte y creo que ver que la fenómeno de la gravedad es una constante, por que sin entender, no puedo parar de avanzar hacia ahí, hacia esa nueva aventura. La vida y la muerte ante este fenómeno, son estériles.

Alexander Berger

1970
Chicago, Estados Unidos de Norte América

Ficción V: Epitafio III - Confesión a un amigo

 "..y cuando me vaya quedarán los pájaros cantando..."

Epitafio del peota español Juan Ramón Jiménez
Buenos Aires, 4 de septiembre de 1957


Tengo que confesarte, amigo, que no he sido sincero contigo; no he podido. Espero que entiendas, nunca fue fácil vivir con esto, mucho menos contarlo; y ya hace un año que sé que tendré que responder a ellos, y eso significa que esta será la ultima carta que recibas de mí. No necesito que me creas, solo busco desahogarme: puedes pensar, si lo prefieres, que es el último atisbo de cordura de un loco. Con esta carta, de todos modos, adjunto una foto de la semana pasada en mi nuevo país; hace ya 10 años que escape de nuestro pueblo, 10 años en que no nos hemos visto, querido amigo. En la foto me veras con un diario actual, y su fecha (creo que es necesario, para que en parte creas mi historia).

Lo primero que debes saber es que mi nacionalidad no es francesa, ni nunca lo fue, y para estos momentos me considero un hombre del mundo y no de un país concreto; también debes saber que no escape de Franco, sino de una Europa que ya no poseía lugar para mi, no por mis ideales políticos, sino por que ya había pasado por todos sus pueblos y luchado muchas batallas por ese continente. Pero hace 324 años fui un ingles, con una familia, con una vida, con esto que me toca vivir. Espero que ahora comprendas, querido amigo, por qué escapé: no podía estar mucho más tiempo en Valencia. Es por eso que jamás he tenido una cicatriz, por eso sobreviví a Guernica, cuando nuestros amigos y conocidos morían, por eso fui lo único que encontraste en las ruinas. Pero para nuestra desgracia, más que un milagro fue este peso, esta responsabilidad, esta maldición la que me mantuvo con vida: este mal que me aqueja es lo que no me permite morir o envejecer, es este mal lo que me hace un trotamundos, con muchas vidas y nombres.

En lo que llevo en este mundo he visto perder amigos, hijos y familias, sufrir; por constantes guerras y cambios políticos, donde he entendido la naturaleza del poder humano.

Sin embargo, esto no es nada con respecto a los otros horrores que mis ojos han presenciados, cosas innombrables e incomprensibles. Desde ese Septiembre del 1666, mis ojos han sido malditos con ver lo que los demás no ven, mis sentidos han cambiado, y en estos momentos entiendo por que los perros ladran en las solitarias noches, de que se asustan los gatos, y que es lo que aterroriza a los niños. No estamos solos, no somos los únicos habitantes de esta tierra; su fauna y seres son de los mas variados y misteriosos. No necesito decirte que nada de lo que presencié en estos 291años, solo que son cosas que escapan a nuestra realidad y entendimiento, donde los horrores ocultos acechan y los miedos mas viscerales del hombre.

En este momento, deberás creer que estoy loco, que buenos aires se ha llevado mi cordura y mi sanidad mental se ha perdido en estas calles porteñas, pero como dije antes, solo necesito amigo, desahogar este peso, descargar un poco de esto. Perdona Juan que no pueda dar mas detalles, pero no puedo arriesgar a que ellos no permitan que te llegue, no puedo. Ellos me han dicho, que cuando sea mi turno del "descanso", tendré tiempo para hablar con cada uno de ustedes y podre saldar estas cuestiones.

Ahora me esperan en mi living, nos movemos al norte; así que nuevamente dejare esta vida para convertirme en alguien nuevo, otra vez tendré que empezar de cero, y estas son las ultimas palabras que escribiré como Jaques Leqlerc.

Espero que tengas un descanso pleno amigo y que cuando te vayas dejes los pájaros cantando.

Atte. Howard Dylan Krause

PS: Me pareció correcto con esta última carta, firmar con cual fue mi primer nombre, el cual en su momento significo mucho y que ahora no es más que un insignificante hecho del pasado.

Ficción IV: Epitafio II - La Ciudad Gris

 Requiescat IPace


Tässä lepää Punainen Wahlgren, joka on veren punainen ja harmaa kuolema kuuluu

"Aqui yace El Rojo Wahlgren, quien del rojo sangre al gris muerte descansa"

Epitafio de Erkki "El Rojo" Wahlgren, Hellsinski, Finlandia


He aquí el mundo del olvido, la oscuridad que con nuestros recuerdos vuelve a tener forma, pero de distorsionados grises. Esta tal vez sea una de las mas aberrantes peripecias del post-muerte , cuando pasamos del oscuro olvido a los recuerdos de la esencia, y con la esencia vuelve el mundo, "La ciudad de los Grises", un mundo deprimente y opaco, totalmente distorsionado e irreal, que nos consume con desesperanza, y nos niega la tranquilidad. De existir la locura y la cordura en este mundo la locura seria la emperatriz de este gris mundo y la cordura un bellaco en un calabozo siendo torturado.


"La Ciudad de los Grises"

Nuestro primer contacto con la nueva realidad que nos toca no-vivir, es el gris, el color que va tomando forma en un distorsionado nuevo mundo, que nuestra esencia primordial, que inconscientemente se cree ser vivo, se cree de un mundo de colores, rechaza esta retorcida realidad, esta broma de no-mundo, de ahí el dolor, el vació y la angustia en cada milímetro de nuestro ser, que para esto momentos es como un recién nacido en un mundo de soledad, en un mundo donde el tiempo no existe, ni el presente ni el pasado y menos aun el futuro, acá es donde ganamos nuestra conciencia de la eternidad, palabra que usamos en vano tantas veces en nuestras diminutas y cortas vidas.

Al ser concientes e inconcientes de que algo somos, el mundo nos parece desconocido, e incluso chocante, de una eternidad en el vacio, a un abrir de ojos y un entero mundo nuevo, para volver a nacer, para volver a recordar. Al principio de esta nueva etapa, seguimos confinados a la soledad, pero a medida que nos reconocemos como seres y empezamos a recordar lo que fuimos, "otros" empiezan a poblar la ciudad, hasta el punto de emerger una nueva sociedad con todos sus mecanimos y niveles.




Adolphe Sainte-Rosecroix de Breu-La Mant
1721 - Conde de Breu-La Mant, Francia, en su estadia en la salvaje Scania

Ficción III: Epitafio I - Oscuridad y Olvido

 "He aqui un verdadero muerto,

por que ya ni su recuerdo queda"
Epitafio de Brno, Bohemio, Republica Checa

Lo primero que "vemos" es la oscuridad (lo cual es una metáfora, por que ver como ver, no vemos, en realidad experimentamos la verdadera falta de este y los otros sentidos), la nada, el vació, ese sin sentido incorpóreo, donde nada es, y nada sera, esa es la primer traba, la primera pared de un sinfín de obstáculos que encontramos en el olvido. Pero no ha de ser fácil, por que a diferencia del mundo mortal donde la oscuridad es la ausencia de luz, en el olvido, la oscuridad es la ausencia del todo, de la escénica misma de la creación, la oscuridad nos arrebata todo lo que fuimos, somos y seremos. Y he ahí donde la verdadera lucha del ser empieza, con un existencialismo básico, del que somos y que fuimos.


Ese vació primordial nos despoja de lo mas básico y preciado, los recuerdos. Sin los recuerdos nuestro ser pierde la capacidad del "ser". y vale aclarar que cuando se habla de recuerdos no solo se habla de los recuerdos mortales como la infancia, un amor, el dolor o algún que otro momento de la vida, sino de los mas básicos, como el recuerdo de la vida, de la esencia, del "ser", de lo que fuimos, de lo que somos y de lo que seremos...

De ahí que vale decir que la verdadera muerte se encuentra no en la ruina de la carne, sino en la perdida de la memoria del espíritu o alma, cuando esta olvida como es "ser"...

El olvido es la muerte.-

Adolf Albert Von Rozenkreuz
1892 - Brünn - Bohemia - Imperio Austrohungaro

Ficción II: Prólogo: "Morirás"

 "La soledad es mi esposa, la lucha mi primogénita y la muerte, mi amante."

Zaiev
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"Morirás. Esto es naturaleza del hombre, no pena. Morirás. Derecho es de las gentes volver lo que recibiste. Morirás. Peregrinación es la vida; cuando hayas caminado mucho es forzoso volver. Morirás. Entendí decías alguna cosa nueva. A esto vine, esto hago, a esto me llevan todos los días. La naturaleza en naciendo me puso este término, ¿qué tengo de poderme quejar? A esto me obligué. Morirás. Necedad es temer lo que no puede estorbarse. Esto no lo evita quien lo dilata. Morirás. Ni el primero ni el postrero. Muchos murieron antes de mí, todos después. Morirás. Este es el fin del oficio humano. ¿Qué soldado viejo se enojó de que le licenciasen? Adonde va el mundo voy yo. ¿Pues ignoro yo que soy animal racional mortal? Con esta condición se engendra todo. Lo que empezó se acaba. Morirás. ¿Por qué es molesto lo que se hace una vez? Conozco el caudal por ajeno, no por mío. Finalmente yo hice este concierto con el acreedor de que no puedo quejarme. Morirás. Mejor lo hicieron los dioses, pues nadie me puede decir que moriré que no sea mortal". Lucio Anneo Séneca